Me llamo Mamen Tido y mi propio nombre encierra el mejor resumen de mi existencia. Haciendo honor a él mi novia ha hecho lo propio (me ha mentido) y ha estrechado en exceso los lazos con una de mis mejores amigas, ya se sabe: la línea que separa la amistad del amor es tan fina, (argumentación imposible y además poco original utilizada por la susodicha horas después).
Pero hay algo en lo que no pensó mi querida concubina, un detalle sin importancia, de esos en los que es imposible caer y menos aún cuando toda tu sangre la tienes acumulada en una parte de tu cuerpo,, que por mucho pelo que tenga poco tiene que ver con la cabeza.
Pero hay algo en lo que no pensó mi querida concubina, un detalle sin importancia, de esos en los que es imposible caer y menos aún cuando toda tu sangre la tienes acumulada en una parte de tu cuerpo,, que por mucho pelo que tenga poco tiene que ver con la cabeza.
En efecto, por extraño que parezca: YO TAMBIÉN TENGO LLAVES DE MI PROPIA CASA. Llámadme rara, snob o cómo queráis pero es una manía que atesoro desde siempre.
Así que ahí me tenéis (aconsejo imaginar la escena a cámara lenta, se vive más intensamente) entrando en mi hogar ¿dulce? hogar un día antes de lo previsto y sin aviso previo para sorprender a mi novia ¡Y vaya si la sorprendí! Ni la Gemio en sus mejores tiempos.
No os imaginais lo irreconocible que puede llegar resultar tu propia pareja en esa situación, que manera de moverse, de entregarse y de gemir: lo dicho irreconocible. Incapaz fui de interrumpir esa masterclass de sexo lésbico.
Así que ahí me tenéis (aconsejo imaginar la escena a cámara lenta, se vive más intensamente) entrando en mi hogar ¿dulce? hogar un día antes de lo previsto y sin aviso previo para sorprender a mi novia ¡Y vaya si la sorprendí! Ni la Gemio en sus mejores tiempos.
No os imaginais lo irreconocible que puede llegar resultar tu propia pareja en esa situación, que manera de moverse, de entregarse y de gemir: lo dicho irreconocible. Incapaz fui de interrumpir esa masterclass de sexo lésbico.
Así que saqué una libretita de mi bolso, un boli (no, no soy tan depravada como para tomar apuntes) y le dejé una nota encima de la mesa a mi desde ese momento(me vais a permitir que la decisión la tomara unilateralmente) ex-novia.
La nota decía así:
Cuando acabes, llámame. Creo que tenemos que hablar.
Dale un beso a Marta de mi parte.
8 comentarios:
No sé si a ti te habra hecho mucha gracia o no pero yo me he reído mucho mucho mucho leyendo tu post. Vamos que voy a linkearte ahora mismito (con tu permiso)!
la recomendación de greta ha sido maravillosa y muy divertida. esperando nuevas entregas. un besazo
Buffffffffff...me uno a Greta y te linkeo ;-)
Esto promete. Muaka!!
En respuesta a...
En general a todas gracias por el link y los comentarios tan alentadores. Hay historia para rato os lo aseguro, ¡así es mi vida!
...tranki...ya se que lo de mal de muchos...no es muy cierto...pero bueno...a mi me pasó lo mismo!!!!!...pero las vi y me vieron...parecía un concurso de caras de gilipollas...y gané!!!!!!jejejeje...muy bueno el post...
petonets
joder
la verdad es que tiene su gracia... pero joder...
Recien descubro tu blog, y me gusta poner los comentarios al principio, que es donde está la esencia de porqué se creó. Lástima haberlo leído en el orden inverso, pero es una de las gracias de los blogs, q sabes primero la evolución a los comienzos. Me alegra verte mejor, ya con las cosas más superadas, alabo tu sangre fría para la notita, yo también fui hace años una Mamen de la vida, y te aseguro que el sabor agridulce que queda al dejar ese "te pillé dame el toque" es el mayor chute de adrenalina que existe, sobre todo pensando en el momento en que lo lea (en mi caso lean pq lo mandé doble) y que resuellen.... (para todo lo demás mastercard)
Con el tiempo aprendes a pasar del tema y a sentirte orgullosa de como hiciste tu última jugada que aunque perdieses fue de zapping.
Besos,
M. (ni Marta ni Mamen)
Publicar un comentario