viernes, 22 de junio de 2007

Ella se desliza y me atropella...





Antes de empezar pequeña nota aclaratoria sobre mi tardanza en la actualización:

La vida de uns single, queridas, es dura muy dura pero más aún lo es la vida de una single que viaja mucho (por obligación) y que además se empeña en tener una aventura en cada puerto cual marinera. Todo esto para deciros que mis últimos viajes y "aventuras" (nunca mejor empleado el término) me han absorbido tiempo, mente y... en fin éste es otro capítulo al que sin duda llegaremos (aunque al paso que voy no garantizo que sea antes del 2024).


Y ahora sí.. entremos en matería:
El título del post tiene una parte amplia de cumplido porque aquí una servidora no tuvo mejor ocurrencia que desvelarle a la susodicha la existencia de este blog así que muy posiblemente leera este texto mio que la deja más mal que bien. Por si tenéis alguna duda, el cumplido está en lo de deslizarse algo impensable en una persona con menos sensibilidad que unas bragas de esparto. Eso sí, atropellar lo que se dice atropellar lo hacía a la perfección (Esta era camionera fijo, pero camionera de conducir camión eh?). Por Dios Mamen, ¿qué coño hacias en Tú cama con semejante personaje? Ah si ya me acuerdo... estaba desesperada, ofendida, borracha y (todo sea dicho de paso) fue la única que me pidió "pipas".
La cuestión es que allí estaba yo (y lo que es peor "ella") en mi preciosa cama 2X2 con mis maravillosas sábanas de seda negra y un par de copas de un Rioja caríiiisimo que guardaba para una ocasión especial y que no me explico por qué narices lo abrí aquella noche (fijo que lo máximo que había catado en su vida era un lambrusco de dos euros con noventa y nueve y en ocasiones especiales).
Pero en fin, from lost to the river (debí pensar yo en ese momento) y ya que estaba en mi casa, retozando entre mis sábanas y bebiéndose ESE vino lo único que podía hacer era Follar (podría haberlo dicho de forma más fina pero mentiría porque con "eso" no se podía hacer el amor os lo aseguro).
El problema es que follar, ¡tampoco! a no ser que la borrachera y desesperación me hubieran hecho perder todos los sentidos, incluido el común. Os puedo asegurar que era la persona más desagradable y basta del mundo (y dadas las circunstancias os juro que el listón lo tenía bajito, bajito) pero tampoco se trata de follar con asco, que ésto es como el comer si lo haces a disgusto luego te salen pupas en la boca.
Así que me hice fuerte y por incapacidad para decirle que no follé (o algo parecido) con "ella". fingí un orgasmo lo más rápido que pude y no tuve más remedio que vivir en directo dos suyos (Dios que desagradable). Después me di la vuelta y.... aguanté su respiración en mi oreja el resto de la noche, sus manos en mi cadera el resto de la noche y sus piernas entrelazadas con las mías el resto de la noche.
Por la mañana quería desayunar conmigo pero afortunadamente mi maltrecha mente se inventó un viaje urgentísimo que por fin la hizo DESAPARECER.
Cuando se fue, me duché tres veces, vomité dos y repetí cien veces en voz alta:
No volverás a follar por lástima.
P.D. Ni cumplidos ni hostias el título de éste post definitivamente debería haber sido "Yo para ser feliz quiero un camión"






domingo, 20 de mayo de 2007

Fiesta... que fantástica fantástica la Fiesta...esta fiesta con amigos y sin ti!!!



Se buscan colegas que no amigas para salir de fiesta en momentos deprimentes. Interesadas escribir un correo electrónico a chandalcontacones@hotmail.com. Se ofrecen copas gratis y la garantía de no interesarme lo más mínimo por tu vida y tus problemas.
Éste es el anuncio que publiqué después de mi prometedor y a la vez patético primer fin de semana de la era Mamen. Patético porque después no de dos llamadas como yo creía
(ilusa Mamen, ilusa) sino de catorce para ser exactas no encontré una sola "amiga" (las primeras cinco llamadas fueron a mi círculo más cercano) ,"colegas" (las otras seis), ni siquiera "conocidas" (tres tías de las que ni me acordaba pero tenía su número en mi agenda después de haber coincidido con ellas tres veces como mucho), ni una de esas catorce personas podía (oseasé a ninguna le salía del potorro) salir esa noche. Las excusas mejor me las guardo (quién sabe igual algún día las tengo que utilizar. No es cuestión de quemarlas) pero eran inverosímiles, originales y patéticas a partes iguales.
¿Y para que coño necesito yo a alguien para salir de fiesta?Total se trataba de pavonearme, de volver al mercado, de dejarme ver y eso mejor hacerlo siempre sola que depende con quién vayas puede dar la sensación de ser tu pareja y se jodió el invento. Así que ahí me tenéis repasando en internet los bares de moda (por si se me había escapado alguna nueva incorporación en los últimos tiempos) y dispuesta a quemar la noche.
Para ello era importante tener en cuenta dos detalles que aunque nada tiene que ver entré sí, son igual de imprescindibles para obtener un resultado final óptimo: follar.
Primero/ Que la vestimenta elegida nunca te delate. A saber: no ponerse nunca lo que una entiende por "sus mejores galas", seguramente no sólo serán las menos apropiadas sino que además si hace un tiempo que no sales estarán más desfasadas que las americanas con hombreras.
Segundo/Ponernos la máscara perenne de "estoy aquí pero todavía no entiendo por qué" vamos cómo si no fuera con nosotras todo el personal femenino del bar. Una actitud de "estoy por ecima de ésto queridas".
Teniendo en cuenta estos dos preceptos que aconsejo apuntar y seguir a rajatabla, la entrada al bareto escogido en cuestión no tuvo desperdicio, por mi invisibilidad digo.
Por no mirarme, no me miró ni la del guardarropa, que mirando al suelo se limitó a decir un escueto: "son dos euros".
Me pasee, me pavoneé, puse en práctica las técnicas más rastreras y manidas del mundo: empujar a alguien sin querer, confundir a alguien con una supuesta conocida, hacerme pasar por extranjera (sí,sí, sé que estáis pensando que soy patética pero coño me acababan de dejar y necesitaba reafirmarme a mi misma y a mi autoestima), nada de nada.
Seis cubatas después, el mundo giraba (nunca mejor dicho porque todo me empezaba a dar vueltas) a mi alrededor sin tenerme en cuenta.
Harta, hastiada y borracha tenía la sensación de que el mito Mamen empezaba y acababa esa noche y que lo mejor que podía hacer era volver a mi hogar y zamparme un tarro entero de helado de chocolate mientras mi mirada se perdía en el interesante mundo de la teletienda.
Pero entonces, cuando me disponía a levantarme del taburete para poner en práctica mi emocionante plan (no sabéis lo que agradezco ahora mismo que mi estado etílico me impidiera hacerlo con agilidad), entonces decía noté una voz en mi oído, un susurro: "Ahora que te vas, sé que no estabas esperando a nadie, llevaba toda la noche preguntándomelo, ¿tomamos la última copa?".
Me giré (en realidad me tambaleé y perdí el equilibrio pero dicho así el momento pierde su encanto).

Sólo puedo decir: ERA ELLA...





P.D: No os perdais la letra de ese gran hit de la Carrá, es Mamen en estado puro!!!

miércoles, 25 de abril de 2007

¡Qué lástima pero adiós...me despido de ti y me voy!


Sé que es una putada revelar la incógnita de lo que aconteció en mi cada vez menos dulce hogar así como quién no quiere la cosa ya en el título del post, pero es el mejor resumen del breve, brevísimo (casi tanto como lo que me duró la esperada lucidez) desencuentro con mis ex (como los donuts yo las gano de dos en dos, exnovia, examiga).
Presintiendo que lo que tuve con mi frase estelar de los sapos fue sólo un amago de lucidez y que no había demasiadas posibilidades de que ésta se instalara definitivamente en mi ser, decidí optar por el plan dos ante la llegada inminente de Marta.
El plan dos (también conocido como plan recurso) no sólo nunca falla sino que además crea un efecto en tu adversario fulminante (los efectos secundarios para quién lo practica son considerables, pero no es éste el tema que nos ocupa). El plan recurso tiene un nombre: Indiferencia Total, y cómo su propio nombre indica consiste en hacer ver que absolutamente todo lo que está aconteciendo a tu alrededor no te afecta lo más mínimo. El efecto rebote es rápido y matador para el contrincante que siente en sus propias carnes como algo que debería destrozarte te importa menos que un concierto del Fary por lo que (por una extraña regla de tres) quien acaba destrozada es ella ante tu pasividad (esto es una Masterclass por la que debería cobraros). Hay dos reglas básicas para que Indiferencia Total funcione:
I) Utilizar sólo monosílabos o en su defecto frases muy cortas (si hablas la acabas cagando)
II) Mirar al contrincante lo mínimo posible (si la miras, te enciendes y la acabas cagando)
Así que me espatarré en nuestro, perdón MI maravilloso sofá y encendí la tele para ver con un interés descomunal (es importante que parezca que así es).... Dolce Vita (que queréis es lo que daban a ese día y esa hora). Mi queridísima ex intentaba llamar mi atención de cualquier manera posible (a saber una tos más fingida que sus orgasmos conmigo, un ruido forzado, etc) pero yo no apartaba la vista de Belén Esteban y el apasionante repaso de su vida y obra (esa chica se mete algo no?porque muy normal no es). Ahí estaba yo esnsimismada con la Esteban cuando una llamada perdida al móvil de mi ex anunció el momento esperado. Todo estaba listo para el final oficial de nuestra relación. Ella intentó un acercamiento verbal (que consistió en un conciso: Bueno, pues ya está... me voy) y yo lanzé un: ahá, que vaya bien inaudible por el altísimo volumen de la tele en combinación con la ordinariez de la Esteban.
Fustrada (prueba irrefutable de que mi plan funcionaba) recorrió el camino que separa el comedor de la puerta de entrada y... se fue, así sin aspavientos.
No sé si os estaís dando cuenta de la importancia del momento pero estaba disfrutando de mis primeros segundos de soltería, me levanté y al grito de "Arriiiiba la Mamen" empecé a limpiar el piso (no sé porque extraña razón necesitaba limpiar). La escena era de lo más deprimente: Belen Esteban de fondo y yo con el mocho limpiando. Pero que coño, era sábado noche y la era Mamen no había hecho más que empezar, sólo tenía que hacer un par de llamadas y la fiesta estaba garantizada.

viernes, 13 de abril de 2007

¡Cuando los sapos bailen flamenco!


Cúanta verdad encierra esa frase que dice que en muchas ocasiones la realidad supera la ficción o en este caso ¿quedaría mejor aquella otra de "Encima de burra, apaleá"? La cuestión es que esa y no otra es la canción que se sonaba en mi hogar (de todo menos dulce) cuando mi siempre sorprendente ex me abrió la puerta (sí, en efecto encima fui de educada y piqué al timbre... por si acaso) Cuando los sapos bailen flamenco (manda huevos que diría aquel). Banda sonora aparte la escena fue igual de surrealista que el título de la canción. Tras los prolegómenos que no es que me los quiera saltar pero consistieron en un hola, con respuesta idem, un ¿vamos al comedor? (después de dos interminables minutos en la puerta plantadas) y un ¿quieres tomar algo? (ella a mi ¿eh? como si fuera una invitada en la hora del té), la susodicha se levantó y empezó a seleccionar libros de la estantería, uno a uno, apilándolos encima de la mesa del comedor. A los libros siguieron las pelis y cómo no la música en sus diferentes soportes, vinilos, cds y cassetes (sí,llamadme freaky pero en cada uno de nuestros viajes a lo Thelma y Louise acabábamos comprando una cinta en la gasolinera de turno). Intuyo que a estas alturas de la historia os estareis preguntando qué coño estaba haciendo yo ante tan insostenible situación: ordenar y descartar figuritas del mueble, eso y no otra cosa (ni apuntes en la libreta, ni sermones ni hostias en vinagre), ahí me tenéis preguntándole si quería el plato Recuerdo de Talavera de la Reína que nos regaló su madre (por fín me lo iba a quitar de la vista) y envolviendo en papel de periódico todo lo que se pudiera romper en el trayecto (calzonazas de mierda que soy! le tendría que estar tirando las figuritas a la cabeza y las estaba envolviendo para que no se rompieran). Dos horas después estábamos ya en el sector cocina dispuestas a decidir que hacíamos con la cubertería, vajillas varias y demás artículos de menaje cuando una llamada telefónica interrumpió nuestro momento reparto de bienes. Sabía perfectamente que era Marta (comportamiento típico de la "amante" para hacer saber a la otra persona que estás sufriendo por la situación tan desagradable que está viviendo y de paso garantizamos el polvo de esa noche).

Me fui al comedor, puse la canción y esperé. Cuando mi ex volvió y con cara de circunstancias me comunicó que la venían a buscar en coche para llevárselo todo, le respondí:


Los sapos no bailarán flamenco, pero follan que da gusto.


Mamen, definitivamentela lucidez estaba volviendo a tu cabecita anestesiada. Ahora sólo necesitaba que llegara antes que Marta y su coche.

miércoles, 11 de abril de 2007

Vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta!



Eso viene a ser lo que tenía planeado decirle a mi querida y reciente ex en cuanto me devolviera la llamada. Lo hizo dos horas y media después (no está nada mal), así haciendo un cálculo rápido en el bar en el que esperé pacientemente imaginé que todo ese tiempo lo ocuparon de la siguiente manera: media hora más de sexo desde que yo abandoné la casa (al más puro estilo Gran Hermano), media hora de sueño post-coito, un cuarto de hora en el servicio, cinco minutos para leer la nota (como vistéis no era muy extensa pero estas cosas se releen varias veces, por si hay un error y en una de las lecturas pone otra cosa), veinte minutos para lamentaciones varias y diversas (estilo.. joder y ahora que coño hacemos, si es que no tenía que haber pasado nunca, debe estar hecha polvo) y el resto del tiempo equilibradamente dividido entre volver a follar (que una cosa no quita la otra y las lamentaciones llevan al llanto y el llanto a la ternura y la ternura a los abrazos y que voy a estar contigo en esto, que total ya no os llevabais bien... en resumen estrategia de lo más cutre pero práctica utilizada por la "amante" para conseguir otro polvo por lo que pueda pasar) y una ducha rápida ya en soledad escuchando música auto-ayuda (a saber Rosana y sucedáneos).
La cuestión es que mi móvil sonó pasado todo éste tiempo y pesar de que esas dos horas y media me regocijé una y otra vez en la cantidad de improperios que saldrían por mi boca ,reconozco que hasta me los había apuntado en una libretita, para no dejarme ni uno, (también tuve tiempo para escuchar diez o doce veces ese gran aunque denostado tema de Pimpinela) sólo atiné a decir después de un silencio eterno:


"Si te va bien voy para casa en un rato y hablámos de lo que hacemos con las cosas de casa".


Mamen por Dios!!! como pude decirle si le iba bien o no, coño que se había tirado a mi amiga en mi casa y por otro lado ¿de dónde ma había salido de repente ese espíritu de tio Gilito haciendo inventario de bienes?.... Ah no! esto no iba a quedar así, había sido un grave error provocado por la falta de calentamiento ( si ya sé que la situación era como para estar ya calentita, pero yo soy lenta qué se le va a hacer). Volví a repasar todos los apuntes de la libreta, escuché un par de veces el hit musical y media hora después ya estaba lista y crecida para subir a MI CASA y vomitarle todo.

domingo, 8 de abril de 2007

Sorpresas te da la vida, la vida te da sopresas ¡ay ay!




Me llamo Mamen Tido y mi propio nombre encierra el mejor resumen de mi existencia. Haciendo honor a él mi novia ha hecho lo propio (me ha mentido) y ha estrechado en exceso los lazos con una de mis mejores amigas, ya se sabe: la línea que separa la amistad del amor es tan fina, (argumentación imposible y además poco original utilizada por la susodicha horas después).
Pero hay algo en lo que no pensó mi querida concubina, un detalle sin importancia, de esos en los que es imposible caer y menos aún cuando toda tu sangre la tienes acumulada en una parte de tu cuerpo,, que por mucho pelo que tenga poco tiene que ver con la cabeza.
En efecto, por extraño que parezca: YO TAMBIÉN TENGO LLAVES DE MI PROPIA CASA. Llámadme rara, snob o cómo queráis pero es una manía que atesoro desde siempre.
Así que ahí me tenéis (aconsejo imaginar la escena a cámara lenta, se vive más intensamente) entrando en mi hogar ¿dulce? hogar un día antes de lo previsto y sin aviso previo para sorprender a mi novia ¡Y vaya si la sorprendí! Ni la Gemio en sus mejores tiempos.
No os imaginais lo irreconocible que puede llegar resultar tu propia pareja en esa situación, que manera de moverse, de entregarse y de gemir: lo dicho irreconocible. Incapaz fui de interrumpir esa masterclass de sexo lésbico.
Así que saqué una libretita de mi bolso, un boli (no, no soy tan depravada como para tomar apuntes) y le dejé una nota encima de la mesa a mi desde ese momento(me vais a permitir que la decisión la tomara unilateralmente) ex-novia.
La nota decía así:
Cuando acabes, llámame. Creo que tenemos que hablar.
Dale un beso a Marta de mi parte.